El anonimato se ha terminado
Usted ha optado por ser una persona de su tiempo: compra sus blazers con su tarjeta de El Corte Anglés, usa Fivesquare para avisar de que va a misa de domingo y se divierte los sábados haciendo el canalla en los bingos de Eurovergas. ¡Atención, exclusiva! Le tienen controlado. Sin embargo, mírelo por el lado bueno -o por el aún peor. Está por ver-. Los datos que usted genera servirán para predecir tendencias, para crear modelos demográficos o para actuar de manera más eficiente contra ciertas enfermedades.